Por Leslie Gordillo/NOTICARIBE PENINSULAR
CANCÚN.- Hace 50 años comenzó un proyecto turístico, en el que muchos tuvieron gran confianza, pero ni siquiera ellos imaginaron el crecimiento tan acelerado que tendría. Y es que en apenas 5 décadas, Cancún se ha transformado no sólo en el rubro del turismo, sino también en el económico, social y ambiental.
Lejos quedó ese paraíso de hoteles exclusivos que permitían a sus huéspedes conocer el centro de la ciudad, una zona llena de riqueza cultural, artística y con una amplia variedad de artesanías, con oferta gastronómica y fiestas mexicanas que cautivaban a nacionales y extranjeros, generando una derrama económica para muchos sectores.
Sin embargo, huracanes, crisis económicas a nivel mundial, enfermedades como la influenza AH1N1 y sargazo masivo, generaron cambios importantes en la oferta turística, hoy el ‘Todo Incluido’ ha acaparado gran parte de las opciones que se tienen para los visitantes, en algunos casos se ofrece más lujo y se busca al visitante más selecto, pero en muchos otros lo que se espera es lo masivo, que no necesariamente deja grandes derramas.
Estos cambios en el sector y el crecimiento acelerado de los cuartos de hotel, también han permitido una gran oferta laboral, pero no necesariamente una distribución justa de la riqueza y es que así como Cancún tiene zonas exclusivas, playas hermosas y riqueza envidiable para muchas ciudades del país, también tiene una dependencia económica muy peligrosa, pobreza, inseguridad progresiva y un crecimiento de áreas marginadas.
Ejemplo de esto son esos lugares emblemáticos que han convertido a Cancún en la ciudad que es hoy, sitios como la Donceles 28 y la Lombardo, que han enfrentado muchos retos desde su creación y colindan con zonas de grandes residenciales como Puerto Cancún.
Las súper manzanas 20 y Pok Ta Pok, que fueron de las primeras zonas habitacionales que arroparon a los fundadores y pioneros, pero que ante la aparición de nuevos proyectos residenciales, hoy han dejado de ser atractivas para los cancunenses.
Cancún cumple 50 años en medio de una crisis mundial causada por la pandemia del COVID-19, lo que ha dejado en incertidumbre laboral a miles de personas, cierre de hoteles, cancelación de vuelos y cero actividad turística; y si bien hoy las playas lucen más hermosas que nunca, esa dependencia al turismo colocó al destino en una situación de riesgo grave.
Es una de las ciudades más jóvenes del país y son muchos retos los que tiene por delante, un destino que va incluyendo a su paso sitios históricos que hoy se deben preservar y consolidar por fin una identidad que permita en un futuro, una celebración para todos.