Redacción/NOTICARIBE PENINSULAR
CANCÚN.- Gilberto tocó tierra por primera vez el 14 de septiembre de 1988 cerca de Cancún, Isla Mujeres y Cozumel, causando estragos en la infraestructura, viviendas y cultivos. Posteriormente, avanzó hacia el Golfo de México y el 16 de septiembre impactó cerca de La Pesca, en Tamaulipas. Este segundo golpe fue igualmente devastador, afectando gravemente a las comunidades y dejando un saldo considerable de pérdidas humanas y materiales.
El huracán Gilberto, con vientos que superaron los 260 km/h, dejó una estela de destrucción a su paso. En Quintana Roo, la tormenta destruyó miles de hogares, hoteles y áreas turísticas en el apenas naciente Cancún, mientras que en Tamaulipas y Nuevo León, la fuerza del ciclón inundó grandes extensiones de tierras agrícolas, afectando la economía local y la vida cotidiana de sus habitantes.
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En 1988, Cancún tenía 95 hoteles y una capacidad de 11 mil 891 cuartos para hospedar a 838 mil visitantes.
A causa del huracán Gilberto, Fonatur implementa el Programa Especial de Reconstrucción de Instalaciones Hoteleras y Servicios Conexos Dañados.
Hoy en día, la tecnología avanzada permite pronosticar con mayor precisión y anticipación la trayectoria e intensidad de los fenómenos hidrometeorológicos, lo que otorga a las autoridades de Protección Civil la capacidad de tomar medidas para la protección de la población y sus bienes materiales.